viernes, 10 de junio de 2011

20ª etapa - Orense a Vedra - 1 de junio de 2011 - 94 km

Etapa vigésima y penúltima del recorrido final, de 114km, 20 más de lo previsto. Salida a las 8 de la mañana y llegada a las 20:30, más de 12 horas de camino. El resto de datos, los perdí, el tiempo real en ruta y la velocidad media (pero avanzo que fue lenta).

Esta fue la vista de Orense desde el albergue, y se toma a la derecha en dirección a la estación de trenes. Hay dos posibilidades al principio de la jornada, bien tomar por Quintela, con 2km de subida continua al 20% de desnivel, bien por Cudeiro, con una subida más suave pero durante más kilómetros. Opté por la primera opción.


Se llega a la estación de trenes y seguimos rectos, dejándola a la derecha.


Tras un recorrido por las afueras, entramos a la derecha por esta calle, en cuya esquina se encuentra un restaurante, O Fogón:


Se atraviesa un túnel y empiezan los 2 km de subida, al plato pequeño y jugando con los piñones más grandes, obviamente.


Tras dos kilómetros de dura, bastante dura subida (pero se consigue hacer), se llega a lo más alto:


Luego se sigue de frente y se llega al Concello de Amoeiro:


Se atraviesa un puente:


Y empieza el festín de piedras en el camino, que para mi bicicleta híbrida, ¡no veas!


Se pasa por Pulledo, pequeña población:


Y llegada al Concello de Cea, que tiene albergue de peregrinos. Parada para repostar energías con un buen Pan de Cea, y queso de Arzúa, ambos muy recomendables.


A la salida de Cea aparecen dos caminos, pero ambos llevan a la carretera de nuevo, así que da igual cuál tomar. Más adelante hay un nuevo desvío, uno lleva al Monasterio de Soeiro y el otro da un rodeo más agradable, al parecer. Opté por perderme en Soeiro.


Se sigue carretera hasta Pieles:


Y más carretera hasta el monasterio cisterciense de Soeiro, son visitas guiadas hasta las 12 y después a partir de las 15:30, no pude visitarlo porque caí justo en medio. Al parecer los monjes tienen un albergue muy rústico para peregrinos, pero seguí de largo. Aquí me encontré con el único peregrino a caballo que vi durante mis días de camino.


En Soeiro perdí los restos de flechas y no sabía muy bien por dónde continuar. Sabía que tenía que retornar al camino, y me dirigí hacia Lalín.


La subida fue increíble, porque la carretera, con escaso tránsito, me llevó hasta altos montes con parques eólicos:


Eso sí, tras una gran subida... una gran bajada, y llegué a Rodeiro tras un gran rodeo, hacia la izquierda se va a Lalín:


En plena bajada a Lalín encontre una flecha amarilla y una indicación hacia el Punto Limpio. Tiré hacia allá.


Pero la cosa se complicó con bastante barro...


... así que decidí volver sobre mis pasos, me perdí un poco y salí de nuevo a la carretera. Pero tomé erróneamente en sentido contrario llegando de nuevo a la indicación del punto limpio. Más de una hora perdida para llegar al mismo punto de partida. ¡no pasa nada! Retomé la carretera hasta llegar a Lalín:


De Lalín tomé un poco de carretera hasta A Laxe, con un estupendo y moderno albergue:


Y salí del pueblo por camino de tierra:


Se pasa después bajo un puente:


Y más queridas piedras:


Después un puente sobre un río:


Un poquito de carretera y más camino de tierra, por encima de estas piedras:


En frente del anterior camino se encontraba esta iglesia, a lo lejos, no sé a qué población pertenecía:


Y por el camino, más regalo de piedras y de un pinchazo en la rueda trasera:


A los pocos kilómetros llegué a Bandeira, donde pude reparar el pinchazo gracias a la ayuda del dueño de una tienda de coches, ya que con mis herramientas era incapaz de quitar las tuercas de la rueda trasera. Se lo agradezco enormemente, por esa buena voluntad de ayudar a los peregrinos durante el camino.


Dado que ya iba un poco tarde y aún tenía que llegar a no sé dónde tomé la carretera hacia Puente Ulla. A eso se añadió que tenía un radio roto de la bicicleta, de la rueda trasera, y que esta se desviaba un poco, con el consiguiente peligro. Bueno, que al final llegué a Ponte Ulla:


Se atraviesa el puente sobre el río Ulla:


Y al poco una flecha marca el camino. De todas formas seguí de frente para retomar la carretera:


Momento en el que mi bici cumplió los 3000km en un aceptable estado de salud para todo el trote que le di:


Se atraviesa un túnel:


Se llega a Outeiro, pero aún faltan como 3 km hasta el albergue de Vedra:


¡no desesperéis si tarda en aparecer! Pues al final todo llega. Ya eran las 20:30 de la tarde, el hospitalero no estaba, pero había sitio en el albergue, menos mal. Cené con Fermín, otro bicigrino que venía de Huesca, y charlamos con otros peregrinos de diferentes procedencias. Ya sólo quedaban unos 18 km hasta Santiago.

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