A ver, hoy voy a dar unos consejos personales sobre la bici y el camino de Santiago:
- Vereis cantidad de bicicletas de montaña, algunas de 1200, 1500 o 3000 euros. Ni siquiera es necesaria una bicicleta de montaña para hacer el camino de Santiago, yo fui con una híbrida, de 240 euros, y me fue de perlas. Con una bicicleta de carretera, por supuesto no podrás meterte por caminos de tierra por lo general, y mucho menos pedregosos, pero sí que se podría hacer por carreteras secundarias. Para mí, lo ideal, una híbrida con 7 piñones y 3 platos, con rueda mixta, para aprovechar tanto los caminos de tierra como las carreteras de forma más eficiente. Se me pinchó 3 veces en casi 1400 km que hice, ¿no está mal, no? Además, mi hermano hizo hace poco la variante sanabresa del camino y me dijo que encontró a un ciclista que iba con bicicleta plegable, ¿no es también una bicicleta? ¡Pues se puede! Tengo referencias de otro peregrino que iba a hacer el camino en monociclo. Seguramente a alguno también se le ha ocurrido hacerlo en monopatín o patines, mientras lleve ruedas y a tracción humana (o animal, que a caballo o en carreta, que también hay). En fin, que no son necesarias más que ganas.
- Creo que es mejor llevar poco equipaje, con un par de alforjas de tamaño medio basta. Veo gente que aparte de las alforjas le sobra equipaje por arriba y que llevan incluso alguna bolsa por delante extra. No sé que llevarán pero de sobra seguro, y en el camino los kilos de más pesan. Tampoco llevé mochila en ningún momento.
- Herramientas hay que llevar, al menos las básicas: llave Allen obligatoria, kit completo para reparación de pinchazos (para desmontar la rueda, la cubierta y reparador de pinchazos), una cámara de repuesto, y una bomba para hinchar las ruedas. También es recomendable un tronchacadenas y un eslabón de esos de emergencia, por si se parte, no es frecuente pero no está de más. Si no lo sabéis hacer aún, es necesario aprender a cambiar una cámara y a reparar un pinchazo. Si tenéis una avería más grande, como ruedas dobladas, bujes rotos o radios partidos, valorad si podéis seguir un poco más sin peligro, o si tenéis que ir andando con la bici al lado y parar en el pueblo más cercano para repararla. A veces el pueblo más cercano no tiene tiene de bicicletas y el más cercano está a 20 km, con lo que... ¡improvisad! Por experiencia propia el autostop funciona, pero siempre hay otras posibilidades de comunicación terrestre.
- Saco de dormir de escaso tamaño pequeño, aislante (no lo necesité nunca), tres camisetas, tres mudas, unas mallas largas, unas cortas, unos pantalones desmontables para el final de la jornada, un polar, chusbasquero, y si acaso algo fino de manga larga, una toalla de esas finas, y todo lo necesario para la higiene diaria (afeitarse no lo incluí esos días, llevar maquinilla, espuma y aftershave es mucha cosa para tan poco tiempo y no la vi necesaria, por gustos). Y por supuesto jabón para lavar al final de la jornada la ropa utilizada, y pinzas e imperdibles para colgarlo (los imperdibles para sujetarlo en las alforjas mejor, que las pinzas con los baches se pueden ir más fácilmente, que me pasó). Sobre el calzado, llevé unas deportivas normales y una sandalias cerradas, que me vinieron muy bien para vadear algunos ríos o zonas de lodo, así como para la ducha tras la etapa.
- Guía del camino de Santiago: no llevé, imprimí unas cuantas hojas y eso me servía. Siempre están las flechas que sirven para estos casos. GPS con el camino cargado, tampoco llevé, no es necesario. Con un mapa de la zona y las flechas amarillas sobra, para mi gusto; ya por lo menos hay flechas amarillas, que los peregrinos de antaño no llevaban nada de eso y también llegaban . Y os lo digo desde ya: ¡os vais a perder! A menos que llevéis GPS, en cuyo caso posiblemente no, o también quién sabe.... Pero, no pasa nada, antes o después volvéis a encontrar el camino, y entonces os dais cuenta de que tampoco es para tanto, que siempre vuelves a encontrar el camino, que el ser humano es capaz de todo, de superar los obstáculos del camino y de perderse para volver a encontrarse (como la vida misma)... y además, ¡qué carajo! ¡queda una estupenda anécdota que contar! (que llevando GPS no os pasaría, y la historia se limitaría a darle a las piernas).
- Agua: llevaba el bidón de 75cl y una botella de litro y medio extra, sobre todo si la etapa es dura y hace calor.
- El casco, obligatorio, y una gorra para el sol o la lluvia. Yo no llevaba "calas" con lo que mis posibilidades de caerme eran menores, y aún así me caí una vez. Cuidado con los bancos de arena, que hacen el terreno inestable: normalmente en esas zonas, por las que también pasan todoterrenos, a veces en la zona central no hay tanta arena sino plantas y es más transitable para una bicicleta. Cuidado también con piedras mojadas con líquen, resbalan tela!
-Hay otra cosa que no me llevé pero me recomendaron después: un "ladrón" para conectar varios cables. ¿por qué? Si tenéis que cargar el móvil o cualquier otro aparato y el único enchufe que tiene el albergue está ocupado... no pasa nada, ponéis vuestro ladrón y tenéis dos enchufes disponibles para vuestros aparatos o para compartir con otro peregrino.
- Para comer hay mucho sitios, yo solía hacer una comida fuerte al día y otra de bocadillo, ya dependía del recorrido. También llevaba frutos secos y barritas de cereales para algún momento de necesidad lejos de todo.
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