lunes, 22 de agosto de 2011

Consejos para los ciclistas en el camino de Santiago

Buenas!

A ver, hoy voy a dar unos consejos personales sobre la bici y el camino de Santiago:

- Vereis cantidad de bicicletas de montaña, algunas de 1200, 1500 o 3000 euros. Ni siquiera es necesaria una bicicleta de montaña para hacer el camino de Santiago, yo fui con una híbrida, de 240 euros, y me fue de perlas. Con una bicicleta de carretera, por supuesto no podrás meterte por caminos de tierra por lo general, y mucho menos pedregosos, pero sí que se podría hacer por carreteras secundarias. Para mí, lo ideal, una híbrida con 7 piñones y 3 platos, con rueda mixta, para aprovechar tanto los caminos de tierra como las carreteras de forma más eficiente. Se me pinchó 3 veces en casi 1400 km que hice, ¿no está mal, no? Además, mi hermano hizo hace poco la variante sanabresa del camino y me dijo que encontró a un ciclista que iba con bicicleta plegable, ¿no es también una bicicleta? ¡Pues se puede! Tengo referencias de otro peregrino que iba a hacer el camino en monociclo. Seguramente a alguno también se le ha ocurrido hacerlo en monopatín o patines, mientras lleve ruedas y a tracción humana (o animal, que a caballo o en carreta, que también hay). En fin, que no son necesarias más que ganas.

- Creo que es mejor llevar poco equipaje, con un par de alforjas de tamaño medio basta. Veo gente que aparte de las alforjas le sobra equipaje por arriba y que llevan incluso alguna bolsa por delante extra. No sé que llevarán pero de sobra seguro, y en el camino los kilos de más pesan. Tampoco llevé mochila en ningún momento.

- Herramientas hay que llevar, al menos las básicas: llave Allen obligatoria, kit completo para reparación de pinchazos (para desmontar la rueda, la cubierta y reparador de pinchazos), una cámara de repuesto, y una bomba para hinchar las ruedas. También es recomendable un tronchacadenas y un eslabón de esos de emergencia, por si se parte, no es frecuente pero no está de más. Si no lo sabéis hacer aún, es necesario aprender a cambiar una cámara y a reparar un pinchazo. Si tenéis una avería más grande, como ruedas dobladas, bujes rotos o radios partidos, valorad si podéis seguir un poco más sin peligro, o si tenéis que ir andando con la bici al lado y parar en el pueblo más cercano para repararla. A veces el pueblo más cercano no tiene tiene de bicicletas y el más cercano está a 20 km, con lo que... ¡improvisad! Por experiencia propia el autostop funciona, pero siempre hay otras posibilidades de comunicación terrestre.

- Saco de dormir de escaso tamaño pequeño, aislante (no lo necesité nunca), tres camisetas, tres mudas, unas mallas largas, unas cortas, unos pantalones desmontables para el final de la jornada, un polar, chusbasquero, y si acaso algo fino de manga larga, una toalla de esas finas, y todo lo necesario para la higiene diaria (afeitarse no lo incluí esos días, llevar maquinilla, espuma y aftershave es mucha cosa para tan poco tiempo y no la vi necesaria, por gustos). Y por supuesto jabón para lavar al final de la jornada la ropa utilizada, y pinzas e imperdibles para colgarlo (los imperdibles para sujetarlo en las alforjas mejor, que las pinzas con los baches se pueden ir más fácilmente, que me pasó). Sobre el calzado, llevé unas deportivas normales y una sandalias cerradas, que me vinieron muy bien para vadear algunos ríos o zonas de lodo, así como para la ducha tras la etapa.

- Guía del camino de Santiago: no llevé, imprimí unas cuantas hojas y eso me servía. Siempre están las flechas que sirven para estos casos. GPS con el camino cargado, tampoco llevé, no es necesario. Con un mapa de la zona y las flechas amarillas sobra, para mi gusto; ya por lo menos hay flechas amarillas, que los peregrinos de antaño no llevaban nada de eso y también llegaban . Y os lo digo desde ya: ¡os vais a perder! A menos que llevéis GPS, en cuyo caso posiblemente no, o también quién sabe....  Pero, no pasa nada, antes o después volvéis a encontrar el camino, y entonces os dais cuenta de que tampoco es para tanto, que siempre vuelves a encontrar el camino, que el ser humano es capaz de todo, de superar los obstáculos del camino y de perderse para volver a encontrarse (como la vida misma)...  y además, ¡qué carajo! ¡queda una estupenda anécdota que contar! (que llevando GPS no os pasaría, y la historia se limitaría a darle a las piernas).

- Agua: llevaba el bidón de 75cl y una botella de litro y medio extra, sobre todo si la etapa es dura y hace calor.

- El casco, obligatorio, y una gorra para el sol o la lluvia. Yo no llevaba "calas" con lo que mis posibilidades de caerme eran menores, y aún así me caí una vez. Cuidado con los bancos de arena, que hacen el terreno inestable: normalmente en esas zonas, por las que también pasan todoterrenos, a veces en la zona central no hay tanta arena sino plantas y es más transitable para una bicicleta. Cuidado también con piedras mojadas con líquen, resbalan tela!

-Hay otra cosa que no me llevé pero me recomendaron después: un "ladrón" para conectar varios cables. ¿por qué? Si tenéis que cargar el móvil o cualquier otro aparato y el único enchufe que tiene el albergue está ocupado... no pasa nada, ponéis vuestro ladrón y tenéis dos enchufes disponibles para vuestros aparatos o para compartir con otro peregrino.

- Para comer hay mucho sitios, yo solía hacer una comida fuerte al día y otra de bocadillo, ya dependía del recorrido. También llevaba frutos secos y barritas de cereales para algún momento de necesidad lejos de todo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Ciclistas vs Caminantes en la peregrinación a Santiago

Durante el camino como ciclista me encontrado cierta "aversión" a estos, en cierto modo merecida y que convendría cambiar. Lo primero, recomendaría una cosa: que los ciclistas hagan también un camino a pié, y que los caminantes prueben a hacer un tramo en bicicleta. Así todos se comprenderían mejor. Así los ciclistas entenderían porqué deberían dejar sitio en el albergue a los caminantes, ya que un ciclista puede hacer kilómetros más rápido. Así los caminantes comprenderían que ir en bicicleta no es "tan fácil", ya que ciertas subidas pedregosas son muy costosas de hacer encima de una bici, llegando incluso a tener que bajarse de ella y en los casos más extremos, bajar las alforjas y subir por partes: primero la bici, luego las alforjas, como me pasó en el último tramo de Portugal. Además están las reparaciones que hay que hacer, y a veces encontrar una tienda en ciertos parajes es cosa poco menos que una nueva aventura.

Los ciclistas son muy criticados en el camino, y con razón: van rápido, pasan de todo, sólo van a "ser los mejores y más rápidos", no hablan con "los otros" y parece que van más a una competición deportiva que a hacer un camino de orden espiritual y humano. ¿Pero en verdad se puede generalizar? En la vida nunca se puede generalizar, así que la próxima vez que os encontréis un ciclista, pensad que quizás también esté haciendo el auténtico camino y no una prueba deportiva.

Y un consejo a los ciclistas, aunque habrá muchos que no me hagan caso: Es mejor hacer menos kilómetros diarios y disfrutar más el camino y las ciudades por donde pasáis, que hacer muchos kilómetros y llegar muertos al final de cada etapa. Yo antes de empezar el camino y saber cómo era, pretendía hacer una media de 15-20km por hora, ¡qué equivocado estaba! Así, pensaba hacer un mínimo de 100km al día, total, en 5 - 7 horas quizás se pueden conseguir. Lo que no tenía en cuenta eran: los pinchazos, las averías, las pérdidas por el camino... todo va acumulando tiempo y al final es complicado hacer 100km todos los días. Algún día los superé, cierto es, pero otros muchos me quedé en 70-80 diarios. Es más, si volviese a hacer el camino de Santiago no pasaría de 70, haría entre 50-70 todos los días para disfrutar más de cada hito en la ruta.

Y mi mejor consejo para los ciclistas: ¡parad a hablar de vez en cuando con los caminantes! Yo me paraba a saludar a todos, al menos para preguntar de dónde eran y desearles buen camino, y con algunos estuve casi una hora caminando y hablando. Es lo que realmente cuenta en el camino, ¡una gran aventura humana! Sólo de esta forma podremos cambiar la "mala imagen de los ciclistas". Recordad, no es una carrera ni una prueba deportiva, es una camino de experiencia personal. Esto lo aprendí porque también fui peregrino caminante, y se ve de otra forma.

Otra "crítica" muy común de los caminantes es que los ciclistas no van "meditando"o "no les da tiempo a pensar" encima de una bicicleta. Aquí creo que se equivocan, el hacer el camino en bicicleta es una experiencia diferente. ¿habéis leído el libro "el poder del ahora"? Pues algo similar, un ciclista debe de estar concentrado en el aquí y el ahora, no con la cabeza ni en el pasado ni el futuro, sino en el presente. ¿Para qué? Para no caerse, para ver todas las piedras del camino, para disfrutar del momento y no dejarse llevar a otros momentos que no aportan nada. A eso te enseña el camino en bicicleta, a preocuparse sólo del "AHORA", y desde luego, ciertos tramos más relajados también ofrecen la posibilidad de meditación.

Y por cierto, también algunos "peregrinos" parece que van más de turismo y a ser los primeros, que a una peregrinación. Me parece bien, pero no lo comparto, por eso nunca haré el camino francés, y me voy a caminos poco o nada transitados. Al final hay gente para todo, sean ciclistas o caminantes.

Nada más por hoy, espero que peregrinos y bicigrinos se unan en un peregrinar común. :)

martes, 16 de agosto de 2011

Consejos generales sobre el camino de Santiago desde Málaga

Buenas!

Unos meses después de terminado el camino de Santiago desde la puerta de mi casa, en Málaga, he decidido poner una serie de comentarios y consejos para los peregrinos a Santiago.

En primer lugar, hacer el camino de una vez desde Málaga a Santiago, implicaría muchos días andando, más de cuarenta posiblemente, o bien unos 18 días en bicicleta, algo de lo que no todo el mundo dispone. El otro inconveniente que se afronta al recorrer la península de sur a norte es el tiempo meteorológico: En invierno el sur tiene unas temperaturas más suaves y menos lluvias, mientras que la "siberia extremeña" y más al norte, el tiempo es más frío,  incómodo y lluvioso.En verano ya os podéis imaginar el calor que hace por Andalucía y Extremadura, y sin embargo se suaviza más al llegar al norte. Yo opté por empezar en enero en Málaga e ir haciendo tramos progresivamente para llegar a Santiago en Junio. De esta forma, pude aprovechar el tiempo meteorológico de forma positiva, y además, que no tenía tantos días para irme a hacer el camino.

El tramo mozárabe desde Málaga a Mérida está muy escasamente transitado, al menos en 2011, porque estas cosas como se pongan de moda se llenan luego de gente. Hay tramos mal señalizados, sobre todo los que atraviesan los olivares, donde es fácil perderse. No llevé nunca un gps con la ruta a realizar, en general es suficiente orientarse con el sol, y un mapa para saber por dónde puede quedar el camino o una carretera cercana. Paciencia y de todo se sale, que está demostrado. Las infraestructuras tampoco son gran cosa, pero lo básico y fundamental para pasar la noche en los pueblos por donde se pasa, estoy muy agradecido por los servicios prestados. En todo este tramo sólo me encontré una persona caminando allá por Santa Cruz.

En la Vía de la Plata desde Mérida a Zamora la cosa cambia, se llena más de gente, y eso que realicé ese tramo en Mayo. Se encuentran más ciclistas y compañía, lo que se agradece siempre que el albergue no esté lleno, que a veces se da el caso. Está muy bien indicado y no tiene excesivas dificultades, salvo un par de puertos.

Luego viene otro tramo sin prácticamente tránsito: La variante portuguesa de la Vía de la Plata por Bragança hasta Orense, donde se une con el camino Sanabrés (un poco antes, para ser correctos). Aquí, en 2011, tampoco me encontré a nadie, deben de pasar como 6 peregrinos al menos, aproximadamentó, y hasta Orense dormí solo en todos los albergues y en el cuartel de los bomberos voluntarios de Bragança. Fue increíble la experiencia, pues son caminos muy poco transitados y bien señalados, con dificultad, pero ... ¡todo se supera en la vida cuando se tienen los objetivos claros!

¡Seguimos con más otro día!

lunes, 15 de agosto de 2011

Mapa aproximado de la ruta de Málaga a Santiago

En este mapa, ampliable al pinchar, incluyo la ruta aproximada del camino de Santiago que realicé desde Málaga. Está señalada en amarillo:
Espero que os sirva de idea, aunque las localidades concretas están en el primer post de este blog. Desde Zamora hay tres posibilidades (o más):

- La que yo hice por la variante portuguesa de la vía de la plata, que entra a Portugal por Bragança y luego a Galicia por Verín.
- El camino Sanabrés, por Puebla de Sanabria.
- Seguir hacia el norte hasta enlazar con el camino francés en Ponferrada.

¡Un saludo a todos!